¿Quién puede resistirse al crujiente exterior y al tierno interior de unos calamares a la romana? Esta receta es perfecta para compartir con amigos y familia. Su preparación es sencilla, pero el resultado es espectacular.
Los calamares a la romana son mucho más que un simple aperitivo. Su origen se remonta a la época colonial, cuando los españoles introdujeron nuevas técnicas de cocina y preparaciones. Los venezolanos, con su creatividad innata, adaptaron esta receta a sus propios gustos y la convirtieron en un plato emblemático de nuestra mesa.
Ingredientes clave
- Calamares frescos: La calidad del calamar es fundamental para que la receta obtenga un resultado óptimo. Elige calamares frescos y asegúrate de que estén limpios y bien cortados en aros.
- Leche y limón: Estos ingredientes son los responsables de suavizar la carne del calamar y de darle un toque cítrico muy agradable.
- Harina y huevo: La combinación perfecta para crear un rebozado crujiente y dorado.
- Aceite: Utiliza un aceite vegetal con alto punto de humo, como el aceite de girasol o el de maíz, para garantizar una fritura uniforme y sin sabores extraños.
- Sal y pimienta: Estos condimentos básicos realzarán el sabor natural del calamar.
Paso a paso de la receta
- Marinado: Sumerge los aros de calamar en leche con unas gotas de limón durante unos minutos. Este paso ayudará a suavizar la carne y a eliminar cualquier posible olor.
- Rebozado: Pasa los calamares por harina, luego por huevo batido y, finalmente, nuevamente por harina. Repite este proceso para obtener una capa de rebozado más gruesa y crujiente.
- Fritura: Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio. Fríe los calamares en tandas pequeñas para evitar que bajen la temperatura del aceite.
- Escurrido: Una vez dorados, retira los calamares del aceite y escúrrelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Sabor final: Espolvorea con sal y sirve inmediatamente.
Tips para una receta de calamares a la romana perfecta
- Temperatura del aceite: La temperatura del aceite es clave para obtener un rebozado dorado y crujiente. Si el aceite está demasiado frío, los calamares absorberán mucho aceite. Si está demasiado caliente, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro.
- Grosor del rebozado: Un rebozado grueso ayudará a que los calamares mantengan su jugosidad y a que se doren de manera uniforme.
- Acompañamientos: Los calamares a la romana son deliciosos por sí solos, pero también puedes acompañarlos con salsas como la tártara o el alioli, o con una ensalada fresca.
Con esta receta, podrás preparar unos calamares a la romana dignos de un restaurante. ¡Invita a tus amigos y familiares y sorprende a todos con tus habilidades culinarias!
Fuente: Receta venezolana
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