El primer cóctel de la historia elaborado con fuego, es decir flameado, lo creó el estadounidense Jerry Thomas en 1800. Su cóctel estrella era el Blue Blazer.
Thomas, también conocido como «El Profesor» resultó ser el primer barman del mundo en escribir un libro de cócteles, titulado «Cómo mezclar bebidas», o la «Guía del Bon Vivant» editado en 1862, libro que contiene más de 200 recetas de cócteles.¿
Primer cóctel de la historia
nació en 1830 en la bahía de Sackets Harbor, Nueva York. Actualmente es considerado como el padre de la mixología moderna y el primer “flair bartender” de la historia.
Creó excelentes cócteles como el Japanese Cocktail o el Tom Collins o el famoso cóctel Blue Blazer, considerado como el primer cóctel de la historia elaborado con fuego. Jerry Thomas afirma haber creado el Blue Blazer en el año 1850 durante su estancia como barman en el salón de juego El Dorado, en San Francisco. Preparó su famoso cóctel para el Presidente Ulysses S. Grant, al cual quiso impresionarlo con un espectáculo de fuego mientras encendía un cigarro habano.
De esta manera, Thomas fue el primer barman que hizo del arte de combinar bebidas y su vez creaba un espectáculo. Impresionó por sus técnicas de mezclado que incluían malabares con botellas, vasos y cocteleras. En la creación de sus tragos usó elementos de coctelería y herramientas de plata, además de vasos adornados con piedras preciosas y cristales tallados.
Cóctel Blue Blazer
Según la historia, Thomas sólo preparaba esta bebida en días extremadamente fríos o para personas resfriadas, ya que mezclar Whisky con agua caliente según alivia los síntomas de la gripe.
El Cóctel Blue Blazer, el primer cóctel elaborado con fuego contiene Whisky escocés, agua caliente, azúcar y piel de limón. Esta bebida destaca por su preparación, se elabora con whisky flambeado y lanzado de una taza a otra, creando una espléndida lengua de fuego.
Para preparar esta bebida se necesitaban 2 jarras de plata, en una de ellas iba el bourbon whisky y en la otra el agua. Se prendía fuego al bourbon y se vertía en la jarra con agua, y así varias veces. Luego se añadía el azúcar, se servía en un vaso y se decoraba con la cáscara de limón. Al pasar la mezcla de una jarra a otra (cuanto más separado, mejor) ya que se creaba la característica llama azul.
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